La lluvia y los hongos.

“Después de todo, ¿Qué crees que es la sinceridad? ¿Que yo te diga lo que te gusta y vos me digas lo que me revienta? Cuidado con la palabrita. La sinceridad (cundo es sincera, porque también hay una sinceridad falluta) siempre nos llevara a odiarnos un poco.”

Terminada la lluvia el pasado vuelve a nacer como los hongos.

Mario Benedetti.

Si la última frase está llena de verdad, a la basura iría todo lo que estoy haciendo.
Es increíble como canciones que no conocías o que incluso son de un ritmo y género que no te gustaba oír un día se vuelven en tus favoritas, te las sabes de memoria, las cantas todo el día, las escuchas antes de poder dormir y en tus sueños aparecen de la nada en el momento indicado.



Y se hace frecuente el que te digan:



- ¿Que no odiabas esa canción?



- ¿desde cuándo te gusta esa música?



- •••



 ¿Tienen una mejor respuesta que el amor?)

Isela

miedo

El miedo es un sentimiento, una sensación, un estado de ánimo; tiene aspectos buenos y también aspectos malos. Es algo que sentimos sin pensarlo, sin quererlo, solo llega a habitar nuestros corazones, nuestros pensamientos, nuestra mente, llega de forma inesperada, nunca anuncia su llegada.
El miedo es muchas veces un obstáculo que te impide realizar muchas cosas, que te paraliza, que te detiene, te frena y en ocasiones nos quita de cosas que podríamos disfrutar. Sentimos miedo a los problemas a no saber que va a pasar, a pensar si al otro día vas a despertar o si no lo harás. Miedo a la muerte, a irte de esta vida sin disfrutarla al máximo, sin haber hecho todo lo que querías, sin despedirte de las personas a las que amas.
El miedo es un sentimiento muy fuerte que no simplemente llega a habitar el corazón o la mente tal vez hasta los sentimientos pero nunca avisa cuando lo hará y tampoco en qué momento pues hay muchos. Puedes tener miedo a el amor, al fracaso a la soledad, al que dirán, a la muerte, a la vida, al rechazo, a los cambios, incluso al propio miedo.
O miedo a vivir la vida, a enamorarse y ser lastimado, a ilusionarse y decepcionarte, a amar y no ser correspondido, a estar rodeado de todo y sentir que no tienes nada, a tener compañía y creer que estas solo, a dar todo y no obtener nada, a equivocarte y ser juzgado, miedo a mucha cosas que la vida nos regala para ser felices y nosotros solo las desperdiciamos, ¿Por qué? Por miedo.
Algunas veces el miedo puede llevarte al encierro, como aquella princesa que se aísla en una torre con ninguna otra compañía más que su propio miedo, pero en otras ocasiones es una autoprotección y puede llegar a ser un gran héroe, rescatándote de situaciones peligrosas, por ejemplo de caer a un profundo abismo.
Todos tenemos derecho a detenernos antes de actuar, a dudar por un momento, reflexionar y posteriormente a decir no o a decir si. También a equivocarnos, y si nuestra decisión no fue la correcta, si cometemos un error tenemos el derecho de ser tratados con respeto y dignidad.
No debemos dejar que el miedo nos invada nos domine o nos controle, somos nosotros quienes tenemos el control sobre el miedo.
El miedo tanto puede paralizarte y evitar que experimentes cosas buenas como puede ser positivo y no dejar que hagas cosas que están mal. El miedo es principalmente un sentimiento hacia lo desconocido, la mayoría de veces se siente miedo cuando no sabes que va a pasar, que es lo que te espera al otro día, que te depara el futuro o el destino.
Muchas veces el miedo hace que nos perdamos de buenas experiencias que tal vez pudieron cambiar nuestras vidas, que tal vez pudieron habernos gustado mucho y lo dejamos pasar simplemente porque sentimos temor y esto me parece muy malo porque entonces como consecuencia estaremos pensando en lo que pudo haber pasado, y no paso; en lo que pudo haber sido y no fue. Y posiblemente no lo olvidaremos y será entonces solo un recuerdo que el miedo nos dejo, un hubiera más en nuestra vida. Porque el miedo es un buen pretexto, escusa o razón para no intentar infinidad de cosas.
Pero viéndolo desde otro punto de vista el miedo también puede ser un buen amigo que está ahí presente impidiendo que hagamos actos malos, logrando que seamos cautelosos y que pensemos dos veces las cosas, que quizá nos llevan a cometer un error, antes de hacerlas; el miedo nos sirve también para estar alerta, para estar preparados en situaciones malas, para cuidarnos, para protegernos de lo que no sabemos, de lo que puede pasar.
El miedo, un amigo que nos ayuda haciéndonos dudar, pero en realidad las decisiones las tomamos nosotros; somos nosotros los que decimos la última palabra, el criterio de saber si nos arriesgamos valientemente o si haciéndole caso al miedo decimos hasta aquí
El miedo, sentimiento posiblemente tan fuerte como el amor o como el odio. Es un sentimiento bueno y temible a la vez, es extraño porque muchas veces no lo sabemos interpretar y conocido por que siempre está a nuestro lado, acompañándonos, como aquel mejor amigo de la vida; nunca no deja solos, es aun más fiel que el amor, por que el amor muchas veces nos decepciona estando cerca un tiempo y en otro nos da la espalda.
El miedo no nos abandona y tampoco es abandonado, siempre ira de la mano con la curiosidad, el odio, la ira, el cariño, el amor, la traición la decepción y la tristeza. Siempre nos dará un consejo, tal vez no directamente pero si haciéndonos dudar para reflexionar sobre nuestras posteriores acciones o decisiones.
A mi parecer el miedo es algo necesario en la vida, pero sería mejor si solo se presentara en aquellos momentos en los que estamos a punto de hacer algo malo. Y no en los momentos que planeamos hacer cosas nuevas. Quizá el miedo no tendría aspectos malos si aprendiéramos a aceptarlo y una vez aceptado podríamos tener control sobre él, para que no termine controlándonos e invadiéndonos, debemos enfrentarlo.
“porque la vida no se acaba… hasta que se acaba” no dejemos que el miedo nos paralice e impida vivir.

Isela