Si tuviera que hablar de él lo primero que diría es que
le resulta muy fácil encantarme con su sonrisa, esa con la que llega y parece
que puede arreglarlo todo, pero no podría olvidarme de su forma de mirar, y de
hablar cuando quiere explicarme algo interesante o cuando me pide un beso. Me
asombra su manera de ser positivo y quejarse de todo a la vez. Su carita de
malvado cuando ataca con cosquillas y no logro ganar la batalla. Sus manos en
mi piel que descubren sensaciones desconocidas, su mirada cuando cambia, y su
voz al insistir.
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gracias por pintarme una sonrisa a pinceladas